La semana pasada, fuimos a un albergue en Polientes. Estuvimos allí durante cinco días. El centro se llamaba “C.E.A” (Centro de Educación Ambiental). Como su propio nombre indica, la mayoría de las actividades, tenían que ver con la fauna y la flora del lugar. El albergue tenía una finca que era interesante porque podían pasar animales perfectamente.
Allí convivimos con otros dos colegios: “Pedro Velarde” y “Manuel Llano”. En total éramos tres colegios (noventa y tres niños) El primer día fue difícil congeniar con ellos, pero como en los grupos de trabajo (Acebos, Hayas, Chopos y Robles) estábamos mezclados acabamos siendo como una piña. Es más, los monitores no sabían de qué colegio éramos cada uno.
No solo éramos niños, también había un montón de monitores para todas las actividades. Y profesores de otros colegios que eran muy amables.
Nosotras, para las actividades éramos del grupo de los Chopos, la mayoría de los talleres y rutas los hicimos juntos. El protagonista de la semana en el albergue fue el Río Ebro.
Los talleres que hicimos, como ya hemos dicho, trataban de la fauna y la flora del sitio, excepto un taller que era de gominolas y sus componentes.
También hicimos rutas muy interesantes; El Tobazo, Monte Hijedo, Ruijas, y una del Río Ebro. En todas nos hizo buenísimo (para algunos gustos demasiado calor).
También teníamos ratos libres, en ese tiempo podíamos hacer lo que quisiéramos excepto subir a las habitaciones sin permiso. Podíamos jugar al futbolín, al ping-pong, al fútbol, montarte en la tirolina… Todos los días teníamos por lo menos tres tiempos libres; antes de comer (a veces), después de comer, entre los talleres, y después de los talleres.
Había un monitor que estaba siempre con nosotros en los tiempos libres. Él nos organizó tres torneos para el tiempo libre: futbolín, ping-pong, ajedrez y fútbol 3X3.
¡Unos de nuestro colegio ganaron el campeonato de futbolín!
Nuestra experiencia fue fantástica, volveríamos otra vez en cualquier momento, ha sido genial aprender tantas cosas sobre la fauna y la flora de nuestra provincia. Y más con las personas que hemos conocido.
Ivana y Esther.
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